TRILLANDO EL CAMINO
Efraín Fernández
HAY QUE DEVOLVER LO MAL HABIDO
La Procuraduría General de la República Dominicana ha prometido dar a conocer por los medios de comunicación del país los nombres de todos los funcionarios públicos que hayan recibido dinero proveniente del soborno de la compañía Internacional Odebrecht. Dicha Empresa se dedica a la construcción de obras de infraestructura.
En la República Dominicana, al igual que en otros países ha venido construyendo obras de gran importancia, con relación a sus magnitudes y sus elevados costos, como son Acueductos, Vías de Comunicación, Puentes y Plantas de Generación de Energia Eléctrica, entre otras. Dicha empresa participa junto a otras compañías constructoras en concursos para adjudicación de obras al que ofrezca las mejores condiciones para los diferente Estados. Odebrecht casi siempre resulta ganadora, por la razon de que procede a ofrecer sobornos a los funcionarios, pero con las condiciones nefasta de que esas obras resultan ser sobrevaluadas.
De lo que se trata en esta columna es resaltar el soborno de noventidos millones de dólares a funcionarios públicos de la República Dominicana y enfatizar el reclamo de la población para que sean llevados a las cárceles a todos los que de forma ilegal se hayan beneficiado de esos recursos, porque en definitiva van en detrimento del patrimonio nacional.
Nosotros, por nuestra parte, consideramos que el Procurador General de la República tiene con esta coyontura una oportunidad excepcional para casarse con la gloria. Esto podría alcanzarlo con el solo hecho de dar a conocer los nombres de todos los que están envueltos en esa estafa al Erario Público; porque nos atrevemos a asegurar que hay funcionarios activos, que por la posesión que ocupan en el tren Estatal no van a ser mencionados. Otra forma de ganarse la admiración y el respeto del pueblo sería llevando a todos los sobornados al banquillo de los acusados y los que resulten culpables despojarlos de esos recursos y ponerlos al control del Estado. El llevarlos a las cárceles dejaría satisfacción y se implantaría un gran precedente, pero mejor sería que pasaran la verguenza y dejarlos sin un centavo a esos buenos ladrones.