Aliento Del Cielo
Julia Castro
GRITO DE DOLOR
“Y todo esto será principio de dolores.” Mateo 24:8
Para nadie es extraño los acontecimientos de los últimos días, los cuales han venido a marcar la vida de la humanidad ya que de una manera u otra nos toca vivir el dolor que nuestros hermanos están sufriendo en todo el mundo sin importar su nacionalidad, raza. color, religión, estatus social y económico nos hemos convertido en un solo pueblo, en una sola nación aquejados por un dolor inmenso. El Señor nos está trayendo a tener el mismo sentir, pues a veces somos muy egoístas y sólo pensamos en nuestro propio bienestar. La palabra de Dios nos está mostrando que la tierra está a punto de colapsar y lo que estamos viviendo son los gemidos que se escuchan desde los confines de la tierra. Las vidas que quedan sumergidas en las aguas despavoridas que traen las corrientes de los ríos desbordados, o los terremotos aplastantes donde quedan sepultadas tantos niños, jóvenes, adultos, conmueven nuestras entrañas por sentirnos impotentes ante tanta conmoción y sólo atinamos a decir DIOS MISERICORDIA!!!!. Dice Apocalipsis 16:20 “Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.” Nadie va a parar lo que dice el Apocalipsis y nadie va a detener lo que Dios ha dicho que va a suceder; pues la humanidad no quiere entender que el Señor está permitiendo todas estas cosas para que entendamos que su retorno a la tierra es inminente. La segunda venida de Jesús está a la puerta y muchos están envueltos en sus propios quehaceres y no quieren abrir sus ojos a lo que está tan obvio.
Dice en Mateo 24 “……y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” Jesús compara todas estas señales con los intensos dolores de parto a la hora de traer un bebé al mundo; éstos comienzan levemente y a medida que van pasando las horas se intensifican, y llega un momento que a la madre hay que aplicarle medicina para ayudarla a soportar. Desde siempre han habidos guerras, terremotos, mucha hambre, podemos notar cuántos niños mueren por falta de alimento; el flagelo de la pobreza está siempre a la orden del día, pero ahora los fenómenos catastróficos son más frecuentes debido al cumplimiento de las Profecías. El caos, las enfermedades, el sufrimiento, los lamentos, los ayes, y todo lo que el hombre se pueda imaginar un día llegará.
La palabra de Dios nos insta a que miremos estas señales no para que nos atemoricemos, sino para que volvamos nuestra mirada a él. Hemos visto mucho miedo, mucho dolor, las gentes corriendo de un lado para otro, ciudades desiertas, miradas perdidas, dolor en el alma, familias buscando sus seres queridos, hogares devastados, manos solicitando un poco de pan, mucha incertidumbre, personas sin techo, todo un mundo clamando por un vaso de agua, sonrisas apagadas, desconsuelo…..y nosotros peliando por nimiedades, Oh Dios cuánto dolor!!!!!! Dice Santiago 4:8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” Debemos de estar pidiendo a Dios que su ayuda sea propicia a nosotros, que nuestros corazones sean llenos de su gran amor y que podamos aferrarnos a su sacrificio en la cruz, suplicando perdón por nuestras intransigencias, por si en algún momento nos toca a nosotros. En Isaías 55:6 encontramos “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” Mientras tengamos vida tenemos tiempo de arreglar las cuentas con Dios. Es hoy, es ahora. Mañana puede ser demasiado tarde. Dice Romanos Dios te bendiga
