Michael Collins,Tom Vanden Brook y Matthew Brown/USA TODAY
Siria.- El líder del Estado Islámico, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, murió en una redada militar estadounidense durante la noche en Siria, anunció el jueves el presidente Joe Biden.
Al-Qurayshi detonó una bomba que lo mató a él y a varias personas, incluidos su esposa e hijos, cuando las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. se acercaron con la intención de capturarlo, dijo Biden.
Los primeros en responder informaron que 13 personas murieron, incluidos seis niños y cuatro mujeres. Altos funcionarios de la administración que hablaron bajo condición de anonimato dijeron que esos números no coinciden con su evaluación de las víctimas.
“Gracias a la valentía de nuestras tropas, este horrible líder terrorista ya no existe”, dijo Biden en la Casa Blanca.
Las fuerzas estadounidenses aterrizaron en helicópteros y asaltaron una casa en un rincón del noroeste de Siria controlado por los rebeldes, y se enfrentaron durante dos horas con hombres armados, dijeron testigos. Los comandos fueron ayudados por helicópteros artillados, drones Reaper armados y aviones de ataque.
Al-Qurayshi, que a veces se hacía llamar Hajji Abdullah Qardash,
fue asesinado en el tercer piso de una casa donde vivía. Uno de sus lugartenientes se atrincheró junto con su familia en el segundo piso durante el allanamiento. Él y su esposa dispararon contra las tropas estadounidenses y murieron en la batalla, dijeron las autoridades. Varios niños en el segundo piso salieron a salvo después de los disparos.
La operación «sacó a un importante líder terrorista del campo de batalla y envió un fuerte mensaje a los terroristas de todo el mundo: iremos tras ustedes y los encontraremos», dijo Biden.
@ Esta imagen del Departamento de Defensa de EE. UU. muestra el complejo que alberga al líder de ISIS Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi en el noroeste de Siria antes de una redada ejecutada por las fuerzas estadounidenses, el 2 de febrero de 2022.
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Redada planeada hace meses
La redada tuvo lugar durante la noche en el noroeste de Siria, cerca de la frontera turca, en la misma región donde murió en 2019 el anterior líder del grupo Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi. Al-Qurayshi asumió como jefe del grupo militante días después. al-Baghdadi se inmoló durante una redada estadounidense en la misma zona.
Biden describió la decisión de al-Qurayshi de hacer estallar la bomba cuando las fuerzas estadounidenses se acercaban como «un acto final de cobardía desesperada, sin tener en cuenta la vida de su propia familia ni de los demás».
«Él optó por volarse a sí mismo… en lugar de enfrentar la justicia por los crímenes que ha cometido, llevándose consigo a varios miembros de su familia, tal como lo hizo su predecesor», dijo Biden.
Biden dijo que todas las fuerzas estadounidenses involucradas en la operación regresaron. No hubo bajas estadounidenses, dijeron las autoridades.
@ Una casa fue destruida durante una operación del ejército estadounidense en la aldea siria de Atmeh. Las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. realizaron una incursión antiterrorista en el noroeste de Siria el 3 de febrero, lo que el Pentágono llamó una «misión exitosa». Los residentes y activistas informaron de múltiples muertes, incluidos civiles.
La redada había sido planeada y ensayada durante meses, dijeron altos funcionarios de la administración. Biden fue informado sobre la operación hace más de un mes después de que los funcionarios confirmaran que al-Qurayshi vivía en el tercer piso de la casa.
Biden dio la aprobación final para la redada el martes por la mañana durante una reunión en la Oficina Oval con el secretario de Defensa Lloyd Austin y el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto.
Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y altos asesores de seguridad nacional monitorearon una transmisión en vivo de la operación desde la Sala de Situación de la Casa Blanca.
Otros civiles que vivían en el edificio aparentemente no estaban al tanto de la identidad de al-Qurayshi, dijeron altos funcionarios de la administración.
Antes de la redada, las fuerzas estadounidenses llamaron a otros en la casa y les pidieron que se fueran, dijeron los funcionarios. Una mujer, un hombre y varios niños en el primer piso abandonaron el edificio de manera segura.
@ Esta foto proporcionada por el Departamento de Defensa de EE. UU. muestra el complejo que alberga al líder de ISIS, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, en el noroeste de Siria, después de una redada ejecutada por las fuerzas estadounidenses, el 2 de febrero de 2022. Al-Qurayshi provocó la explosión y se mató a sí mismo y a varios miembros familiares.
Detalles del allanamiento
Las tropas estadounidenses estuvieron sobre el terreno durante unas dos horas, dijo el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.
Biden dijo que le pidió al Departamento de Defensa que tomara todas las precauciones para evitar víctimas civiles, razón por la cual se tomó la decisión de emprender una redada de fuerzas de operaciones especiales más arriesgada en lugar de atacar a al-Qurayshi con un ataque aéreo.
“Estos esfuerzos incluyeron una decisión deliberada del presidente de ejecutar una redada en el lugar en lugar de un ataque aéreo a pesar de los riesgos adicionales que esa decisión impuso a nuestras fuerzas”, dijo Kirby.
Después de que las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. pidieron a al-Qurayshi que se rindiera, una gran explosión abrió un agujero en el tercer piso del edificio, expulsando el cuerpo de al-Qurayshi y otros al suelo. La explosión probablemente fue demasiado grande para provenir de un chaleco suicida, dijo el general de la Marina Kenneth McKenzie, comandante del Comando Central de EE. UU., en declaraciones el jueves por la tarde al Middle East Institute.
Las tropas estadounidenses ingresaron al edificio después de la explosión y entablaron un tiroteo con un diputado de al-Qurayshi en el segundo piso, dijo Kirby. El hombre y su esposa dispararon contra las tropas y murieron. Un niño también fue asesinado allí.
Diez personas resultaron ilesas y no fueron detenidas después de la operación, dijo Kirby.
Un helicóptero con lo que Kirby describió como problemas con la cadena de transmisión fue trasladado a otro sitio. Fue destruido allí después de que se determinó que no podía volar de manera segura.
Cerca del final de la redada, otro helicóptero fue atacado por las fuerzas locales, dijeron las autoridades. Las tropas estadounidenses respondieron al fuego y mataron al menos a dos de los atacantes.
Biden dijo que al-Qurayshi fue responsable de un asalto a fines del mes pasado para apoderarse de una prisión en el noreste de Siria que albergaba al menos a 3.000 detenidos del Estado Islámico y del genocidio contra el pueblo yazidí en Irak en 2014.
“La lucha contra ISIS continúa. Puede que su líder ya no esté, pero su ideología retorcida y su intención de matar, mutilar y aterrorizar aún amenazan nuestra seguridad nacional y las vidas de innumerables inocentes”, dijo Austin en un comunicado.
McKenzie describió la operación como un asalto de helicópteros de largo alcance destinado a capturar a al-Qurayshi. Su cuerpo fue identificado por huellas dactilares y análisis de ADN, dijo.
