Medicina Al Dia/Dr de la Cruz

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Cómo afecta la inanición al organismo

Intubación nasogástrica

Una fina sonda de plástico (sonda nasogástrica) se pasa suavemente por la nariz hacia la garganta, hasta alcanzar el estómago o el intestino delgado (llamada intubación nasogástrica). Si se prevé un largo periodo de alimentación por sonda, se puede colocarse una sonda de alimentación directamente en el estómago o en el intestino delgado; para ello, se realiza una pequeña incisión en la pared abdominal.

Tubo de alimentación

La alimentación administrada mediante sonda debe contener todos los nutrientes necesarios. Existen preparaciones líquidas especiales, incluso para personas con necesidades específicas (como la limitación de ingestión de líquidos). Además, los alimentos sólidos pueden prepararse de modo que se puedan suministrar mediante una sonda nasogástrica. La alimentación por sonda debe ser lenta y continua, o bien en cantidades mayores (denominadas bolos) cada pocas horas.

La alimentación por sonda es la causa de muchos problemas, potencialmente mortales:

Inhalación (aspiración) de alimentos en los pulmones: en las personas mayores, la aspiración es el problema más frecuente que provoca la alimentación por sonda; puede llevar a la neumonía . Es menos probable que se aspire el alimento cuando la solución se administra lentamente y cuando se eleva la cabecera de la cama durante 1 o 2 horas después de la alimentación por sonda, ya que se reduce el riesgo de reflujo de alimentos (regurgitación).

Diarrea y malestar abdominal: cambiar la solución o administrarla más lentamente puede aliviar estos problemas.

Irritación de los tejidos: la sonda puede irritar y erosionar los tejidos de la nariz, la garganta o el esófago. Si los tejidos se irritan, se puede retirar la sonda y continuar la alimentación usando una sonda de otro tipo.

Alimentación intravenosa

La alimentación intravenosa (nutrición parenteral) se utiliza cuando el aparato digestivo no puede absorber adecuadamente los nutrientes (por ejemplo, en las personas que padecen trastornos de malabsorción ). También se utiliza cuando debe mantenerse temporalmente sin alimentos el conducto digestivo (por ejemplo, en los casos de colitis ulcerosa grave o pancreatitis grave).

La alimentación intravenosa puede aportar una parte (nutrición parenteral parcial) o la totalidad de las necesidades nutricionales (nutrición parenteral total). Dado que la nutrición parenteral total requiere una vía intravenosa más grande (catéter), que se introduce en una vena grande, como la subclavia, localizada bajo la clavícula.

La alimentación intravenosa también puede causar problemas, como los siguientes:

Infección: el riesgo de infección es permanente porque el catéter generalmente queda implantado en el mismo lugar durante mucho tiempo y las soluciones alimenticias que pasan por él tienen un alto contenido de glucosa, un azúcar en el que las bacterias pueden crecer con facilidad. Se controla minuciosamente a los pacientes que reciben nutrición parenteral total para detectar signos de infección.

Exceso de agua (sobrecarga de volumen): dar demasiada agua puede provocar una acumulación de líquido en los pulmones, dificultando la respiración. Por ello, los médicos supervisan regularmente el peso y la cantidad de orina excretada. A veces reducen el riesgo mediante el cálculo de la cantidad de agua necesaria antes de iniciar la alimentación.

Desequilibrios y carencias nutricionales: en raras ocasiones, aparecen carencias de ciertas vitaminas y minerales. Los médicos miden y controlan periódicamente los niveles sanguíneos de minerales disueltos (electrólitos), azúcar (glucosa) y urea (una medida de la función renal) para identificar ciertos desequilibrios nutricionales. De este modo, pueden adecuar la composición de la solución a los requerimientos.