© Expertos analizaron el lenguaje corporal de Putin durante su reunión con Kim Jong-un: Mostró signos de ansiedad/Proporcionado por Dagens.com/Fuente externa
Jakob A. Overgaard
Rusia, URSS.- La reciente cumbre de Vladimir Putin y Kim Jong-Un en Vladivostok fue más que una simple reunión diplomática. Fue una demostración de dinámicas de poder, señales sutiles y una lucha silenciosa por el dominio.
Si bien los mensajes que expresaron fueron claros en su postura unificada contra el «imperialismo» occidental y el apoyo de Kim a la «lucha sagrada» de Putin, posiblemente insinuando la situación de Ucrania, su lenguaje corporal contó una historia diferente.
udi James, un reconocido experto en lenguaje corporal y autor de 26 libros sobre el tema, profundizó en las señales no verbales exhibidas por ambos líderes durante su reunión. Según James, si bien ambos líderes pretendían proyectar fuerza y unidad, su lenguaje corporal revelaba tensiones subyacentes y una batalla silenciosa por el dominio.
Putin, el experimentado líder ruso, sorprendentemente mostró signos de ansiedad interna. James señaló que Putin frecuentemente se ajustaba la corbata, un gesto que sugiere un pensamiento distraído. La corbata, a menudo vista como un símbolo de masculinidad, especialmente entre los líderes alfa, fue reposicionada por Putin, insinuando un lapsus momentáneo en su habitual comportamiento confiado.
Además, James observó las expresiones faciales de Putin y notó dos pequeños toques con la lengua, que podrían indicar tensión o una señal de rechazo. A esto le siguieron notables degluciones y movimientos de labios, todo lo cual sugería tensión interna. Incluso durante su discurso, Putin tuvo que aclararse la garganta, lo que acentuó aún más su malestar.
Por otro lado, el lenguaje corporal de Kim Jong-Un fue más asertivo. Su puño cerrado indicaba paciencia limitada, y su caminar confiado y el inicio del apretón de manos retrataban una sensación de control. Curiosamente, durante su apretón de manos, Kim pareció acercar la mano de Putin a su torso, un sutil movimiento de poder.
Su intenso contacto visual, aunque parecía amistoso, tenía un tono desafiante subyacente. Ambos líderes son conocidos por sus estilos de liderazgo alfa, pero en esta reunión, el lenguaje corporal de Kim parecía tener la ventaja.
Antes de la rueda de prensa se desarrolló una escena interesante. Cuando Kim salió de su auto, Putin se apresuró a saludarlo, un acto que James describe como un «acto de molestia». Este acercamiento inmediato hizo que Kim se sintiera honrada e importante.
El prolongado apretón de manos de Putin, que duró más de treinta segundos, y sus radiantes sonrisas enviaron señales de cercanía amistosa. Sin embargo, estos gestos también dejaron entrever una sensación de alivio por parte de Putin.